A seis días del debut de la selección española en la Eurocopa, Aitana Bonmatí miraba el último amistoso de preparación contra Japón desde la cama de un hospital de Madrid y medicación por vía intravenosa. Dos días con fiebres altas destaparon una meningitis vírica que hicieron saltar todas las alarmas y peligrar la participación de la vigente Balón de Oro en la competición.
Una semana después, Aitana Bonmatí saltaba al césped del estadio Wankdorf de Berna para disputar los últimos diez minutos más el añadido del primer partido contra Portugal. No había sido titular, pero sí pudo probarse en un partido a pesar de haber completado solo un entrenamiento con el grupo, el del día antes.
“Sana y fuerte”
“Gran victoria del equipo en el debut. Hace una semana me tocaba ingresar en el hospital de golpe, pero en mi mente solo existía la posibilidad de poder estar en la Eurocopa“, dijo en un mensaje escrito en sus redes sociales. “Agradecida de haber podido volver sana y fuerte”. Porque después de haber superado la enfermedad, tuvo que trabajar mucho porque había quedado débil.
Sus compañeras se enteraron del diagnóstico tras el partido ante Japón por los periodistas, porque Montse Tomé lo desveló, con su permiso y después de tener los resultados de las pruebas, en rueda de prensa. Y se quedaron descolocadas. “Han sido unos días duros, de malas noticias [porque Cata Coll también causó baja en un par de sesiones por una amigdalitis] y nos llevamos un buen susto, pero por suerte ya están bien”, dijo Patri Guijarro en la previa. Y Alexia, tras el partido ante Portugal, apuntó que “es una jugadora clave y lo más importante es que haya logrado recuperarse de la enfermedad”.
“Frenarla un poco”
El día antes del partido, Tomé explicó que Aitana “evoluciona muy favorablemente” y que tenía tantas ganas de jugar que “incluso tenemos que frenarla un poco”. Tras el encuentro, desveló que la futbolista le había dicho que se había quedado “con ganas de más”. Porque así es Aitana.
En la sesión del viernes por la tarde, en el entrenamiento de recuperación, la centrocampista, una de las capitanas de la selección por primera vez, se ejercitó sobre el césped con las compañeras que no habían jugado o que habían disputado menos minutos. Completó el trabajo con total normalidad y se siente preparada para jugar el segundo partido contra Bélgica
