Friday, October 3, 2025
HomeUncategorizedel ascenso imparable de Aitana Bonmatí

el ascenso imparable de Aitana Bonmatí


“Ganar o aprender. Nunca pierdes.” La frase está escrita en un mural de Sant Pere de Ribes, España, un pueblo de 30 mil habitantes a unos 40 kilómetros de Barcelona. La imagen muestra a su heroína local, Aitana Bonmatí Conca, sosteniendo un Balón de Oro con un brazo, mientras abraza a una versión más joven de sí misma con el otro.

La historia de la mejor futbolista del mundo comenzó ahí, a menos de 700 kilómetros del lugar donde espera sumar el próximo título a su carrera: la Eurocopa femenina 2025 en Suiza. Después de conquistar casi todos los trofeos posibles, a sus 27 años Bonmatí quiere hacer historia con la selección española, que comenzó con toda la furia goleando 5 a 0 a Portugal. (Bonmatí se reincorporó a la selección española después de ser hospitalizada por meningitis viral una semana antes del inicio del torneo).

El camino hasta este punto no fue fácil. Todo comenzó como la única niña que jugaba al fútbol entre varones en su pueblo. “Mi primer recuerdo es jugando en el patio de la escuela Escola El Pi”, rememora Aitana. “Las cosas han cambiado mucho en los últimos años. Cuando era chica, no tenía la posibilidad de imaginar un futuro con referentes femeninas a seguir”.

Aitana Bonmatí - España y Barcelona FC

Florencia Tan Jun para Sports Illustrated

Bonmatí creció en una casa en la que rendirse no era opción y defender los valores propios era una práctica cotidiana. Desde su nacimiento, sus padres tomaron una decisión poco común: invertir el orden tradicional de los apellidos, priorizando el materno, como símbolo de igualdad de género. Así se convirtió en una de las primeras personas en España en llevar el apellido de su madre en primer lugar.

Ese compromiso con la equidad la acompañó siempre. Tras ser por mucho tiempo la única mujer en equipos de hombres, a los 14 años dio el gran salto al unirse a la cantera del Barcelona femenino. Eligió vestir los mismos colores que sus ídolos, Iniesta y Xavi, a quienes seguía todos los fines de semana por televisión desde el bar del pueblo. Era la chance de jugar para el equipo del que todos eran simpatizantes en esa parte de España.

Aitana Bonmati

FC Barcelona v Eintracht Frankfurt: Group A – UEFA Women’s Champions League 2023/24 / David Ramos/GettyImages

Sin embargo, la oportunidad llegaría con una sorpresa. El Barcelona no tenía un equipo de mujeres totalmente profesional para ese entonces. Jugar en el Camp Nou era solo un sueño que los varones podían tener. Y el objetivo de Bonmatí estaba muy claro: quería ser profesional. 

Su familia incluso consideró la posibilidad de mudarse a Estados Unidos, donde el fútbol femenino tenía mayor desarrollo. La Universidad de Oregón era una opción real. Sin embargo, Aitana decidió quedarse y apostar por el Barça. 

Y tres años después, en el verano de 2015, su decisión parecíó ser la correcta. La directiva del Barcelona reescribió el futuro del fútbol femenino europeo con la profesionalización de su equipo femenino y Bonmatí, quien se ganó un puesto en el primer equipo un año después, pudo finalmente forjar su camino, convirtiéndose en el ídolo y modelo a seguir que nunca tuvo.

“Creo que el fútbol femenino ha crecido mucho [en España] en los últimos seis o siete años”, afirma Bonmatí. “Creo que el Barça ha jugado un papel fundamental porque, desde que ganamos la Champions League y desde que apostaron por nosotras, hemos sido el equipo más reconocido de Europa y del mundo”.

Los números lo dicen todo: seis títulos de liga (Liga F), tres títulos de la UEFA Women’s Champions League (participando en seis de las últimas siete finales), siete copas nacionales (Copa de la Reina) y cinco Supercopas de España catapultaron al Barcelona Femení al club más famoso del mundo. “Es un privilegio haberme convertido en un modelo a seguir para tantos niños y niñas”, afirma Bonmatí. “Hoy veo a mucha gente vistiendo mi camiseta en Barcelona y en todo el mundo, algo único, imposible de imaginar hace tan solo unos años”.

La creciente popularidad del fútbol femenino es evidente. En 2022, el Barcelona batió el récord mundial de asistencia a un partido de fútbol femenino dos veces en menos de un mes: más de 91.000 aficionados abarrotaron el Camp Nou para dos partidos cruciales de la Champions League, un logro de mayor alcance que la simple conquista de trofeos.

“Lo que hemos generado a nivel social en Barcelona, ​​llenando el Camp Nou de vez en cuando y teniendo a muchísima afición en el Estadi Johan Cruyff [el estadio del equipo femenino] cada semana”, afirma Bonmatí. “Creo que es casi imposible para cualquier otro equipo”.

Este exitoso Barcelona también fue la columna vertebral del histórico primer triunfo de España en la Copa Mundial de 2023, con Bonmatí galardonada con el Balón de Oro como mejor jugadora del torneo.

Aitana Bonmati

Spain v England – UEFA Women’s Nations League 2024/25 Grp A3 MD6 / Eric Alonso/GettyImages

Una maestra del mediocampo, Bonmatí marca el ritmo del juego cuando tiene la posesión, mientras que dirige a sus compañeras con un gesto distintivo del brazo cuando no la tiene.

“Mi padre dice que parezco una policía dirigiendo el tráfico, porque paso mucho tiempo dirigiendo el juego con los brazos”, dice Bonmatí. “Creo que esto forma parte de mi juego y de mi liderazgo, de mi forma de ver el fútbol. Analizo constantemente el partido y lo que ocurre en el campo, evalúo todas las posibilidades e intento encontrar la mejor solución”.

La niña que una vez soñó con un puesto en la selección local es ahora una de las más grandes del fútbol. Al igual que su ídolo Iniesta 13 años antes, vistió la camiseta número 6 de la selección española campeona del mundo. Y mientras que en 2010 el cántico era “Campeones del Mundo”, la forma masculina de campeones, esta vez era: “Campeonas del Mundo”, la forma femenina.

“Como futbolista, lo mejor que te puede pasar es ganar la Champions League con tu club y el Mundial con tu selección. Fue un día inolvidable”, dice Bonmatí. “Jugamos en Sídney, y ni siquiera sé a cuántos kilómetros de casa estábamos. Con el estadio lleno, después de un mes y medio de entrenamiento y un mes de torneo. Estas sensaciones son realmente difíciles de describir, hay que sentirlas”.

Ivana Andrés, Alexia Putellas, Jennifer Hermoso, Aitana Bonmatí

Spain v England: Final – FIFA Women’s World Cup Australia & New Zealand 2023 / Daniela Porcelli/ISI Photos/GettyImages

El éxito de España en el Mundial es particularmente notable si se tiene en cuenta el ambiente previo al torneo. Unos meses antes de que la selección española viajara a Nueva Zelanda, Bonmati formó parte de un grupo de 15 jugadores que se declararon no disponibles para la convocatoria. Afirmaron que el seleccionador, Jorge Vilda, estaba afectando negativamente a su salud y bienestar emocional y que no regresarían hasta que se encontrara una solución.

Impulsadas por el deseo de representar a su país en el torneo más importante, Bonmati y otras siete jugadoras se declararon elegibles posteriormente. Contra todo pronóstico, de alguna manera, el equipo se unió para alcanzar un objetivo común, demostrando al mundo entero lo que pueden hacer, un resultado que ni siquiera Bonmatí pudo anticipar.

“Fue una sorpresa para nosotras y para todas. Nos enfrentábamos a una temporada complicada y no estábamos tan unidas como equipo por todo lo sucedido el año anterior. Muchas veces decimos que juntas somos más fuertes, y en teoría es cierto, pero no fue así para nuestra selección que compitió en el Mundial”, afirma. “El año previo al torneo fue duro, y lo logramos porque todas, individualmente, mostramos la mejor versión de nosotras mismas. Fue una combinación de talento y la mejor versión de cada una de nosotras, y entonces todo se alineó”.

Lo que siguió es de público conocimiento: las celebraciones se vieron eclipsadas por el entonces presidente de la Federación Española de Fútbol, ​​Luis Rubiales, quien besó a la delantera española Jennifer Hermoso sin su consentimiento.

“Desafortunadamente, no hemos podido disfrutar plenamente de este logro debido a todo lo sucedido”, dice Bonmatí. “Así que espero que el futuro nos traiga mejores celebraciones que la que tuvimos, porque momentos como este deben disfrutarse no solo ese día, sino todos los días siguientes, y lamentablemente, no pudimos celebrarlo”.

Bajo presión, Rubiales renunció y la FIFA le impuso una sanción de tres años. En su siguiente partido contra Suecia, el primero con una estrella de la Copa del Mundo en su escudo, el equipo expresó su solidaridad alzando los puños con el número 10 de Hermoso inscrito en sus muñecas y sosteniendo una pancarta que decía: #SeAcabó. Guardar silencio nunca fue una opción.

SPAIN-TRIAL-ASSAULT-WOMEN-RUBIALES-FBL

SPAIN-TRIAL-ASSAULT-WOMEN-RUBIALES-FBL / JAVIER SORIANO/GettyImages

Ganar dos Balones de Oro de la FIFA en los últimos dos años es el máximo reconocimiento a la brillantez en la cancha. Pero su grandeza va mucho más allá de los trofeos. Bonmatí se ha convertido en una de las figuras deportivas femeninas más influyentes de este siglo.

Incluso en sus momentos más triunfales, como su último discurso en el Théâtre du Châtelet durante la ceremonia del Balón de Oro de la FIFA, se mantuvo centrada en lo que realmente importa: su equipo y la lucha constante por la igualdad.

“Siempre digo que tengo una responsabilidad que va más allá del terreno de juego. Sé que tengo una voz que se escucha y que tiene peso. Intento usarla para alzar la voz por mejores condiciones o por causas importantes, pero la verdad es que necesitamos el respaldo de las instituciones que realmente tienen el poder de generar cambios”, afirma. “Para mí, se trata de creer. Cuando las instituciones realmente creen en lo que representan, cuando luchan con convicción y constancia, las cosas avanzan. Pero cuando actúan por obligación, simplemente por cumplir con un requisito, las cosas rara vez salen bien”.

Por muy pesada que sea la corona que ostenta la mejor jugadora del mundo, Bonmatí es muy consciente y está en la posición ideal para afrontar la responsabilidad que le ha sido encomendada como la cara global del fútbol femenino. Desde su campus para niños y niñas en su ciudad natal, Sant Pere de Ribes, hasta sus acuerdos de patrocinio globales, Bonmatí siempre presta atención a los valores que quiere compartir a través de su imagen.

“Para mí es un privilegio haberme convertido en un modelo a seguir para tantos niños y niñas, y me gustaría dejar huella en la sociedad no solo con mis logros en el fútbol, ​​sino también con los valores que represento”, afirma.

Aitana Bonmatí

Show – Laureus World Sports Awards Madrid 2024 / Pablo Cuadra/GettyImages

Los niños, y especialmente las niñas, de su ciudad natal ahora tienen una heroína mundial al que pueden conocer en la calle. Niñas de todo el mundo ahora tienen un ídolo al que pueden imitar mientras juegan al fútbol en el patio del colegio, soñando con un estadio lleno coreando su nombre.

Bonmatí y su generación abrieron puertas que permanecerán abiertas mucho después de que dejen de jugar, pero reconoce que aún queda mucho por lograr. “Creo queda mucho por hacer. Aunque hemos alcanzado hitos importantes, no se ha aprovechado al máximo el momento para generar un verdadero impacto en la sociedad, como lo que ocurrió en Inglaterra tras ganar la Eurocopa de 2022, o lo que Estados Unidos lleva años haciendo”.

La Eurocopa Femenina de la UEFA de 2025 podría ser una gran oportunidad para Bonmatí y para España, que buscan hacer historia alzando el título por primera vez.

“Es una de las pocas competiciones que aún no he ganado, así que intentar levantar ese trofeo es uno de mis objetivos”, afirma Bonmatí.

Ganar o aprender, nunca se pierde. Tal como reza el mural.



Source link

RELATED ARTICLES

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

- Advertisment -
Google search engine

Most Popular

Recent Comments